El conocimiento ancestral es un tesoro transmitido de generación en generación, que muchas veces ha sido marginado en las discusiones sobre sostenibilidad. Por eso necesitamos valorar este conocimiento milenario, que sirve como una brújula para orientar nuestras acciones hacia la sostenibilidad. Las comunidades indígenas tienen una gran sabiduría sobre la conservación de la biodiversidad y sus prácticas garantizan la salud y el bienestar de las generaciones futuras.
Importancia del conocimiento ancestral
El conocimiento ancestral emergió gracias a que muchas comunidades indígenas han desarrollado un profundo conocimiento de su entorno natural para encontrar alimentos y beneficios medicinales. Además, los pueblos indígenas han mantenido una perspectiva holística, que alberga el cuidado de la salud, del medio ambiente y de la biodiversidad.
Latinoamérica se destaca por su riqueza en saberes ancestrales, que se han construido desde miles de años atrás y han perdurado a lo largo de diferentes generaciones. Por ejemplo, en el Amazonas los servicios ecosistémicos son vitales para el desarrollo económico de las comunidades. El Chocó no se queda atrás, pues muchas formas de producción son agroecológicas, y han sido heredadas de sus padres y abuelos, donde la agricultura se funde con el conocimiento ecológico y los saberes ancestrales.
El conocimiento ancestral es de suma importancia porque incide directamente en el bienestar humano sin perjudicar la naturaleza. De acuerdo con la filosofía del saber ancestral, nuestro bienestar depende del cuidado del territorio. La conservación de la biodiversidad está estrechamente vinculada con la salud. Esto es porque se ha demostrado que la pérdida de biodiversidad aumenta los casos de zoonosis (enfermedades transmitidas de los animales a los humanos). La pandemia del COVID-19 puede estar asociada a una zoonosis.
Los saberes ancestrales también están relacionados con el aspecto cultural. La cultura cumple un papel esencial en la conservación de algunos ecosistemas, porque construye formas adaptativas a través de la comprensión de las formas de ser de los ecosistemas. Los conocimientos tradicionales ayudan a cuidar la naturaleza, porque se comprende para qué sirve cada planta, y se cuida la naturaleza por el valor que tienen las plantas.
¿Cómo se articula el conocimiento ancestral con la sostenibilidad?
Cuando se habla de sostenibilidad, muchas veces se deja de lado el conocimiento ancestral, puesto que las discusiones ecológicas sobre los derechos de la naturaleza suelen estar mediadas por un cientificismo que olvida hacer un recuento sobre cómo las comunidades indígenas han buscado desde siempre mantener un equilibrio con la naturaleza mediante técnicas milenarias.
No obstante, los saberes ancestrales asumen un rol fundamental dentro del debate de la sostenibilidad, porque se están buscando estrategias que garanticen la permanencia de los recursos naturales para generaciones futuras. Vale la pena resaltar que la sostenibilidad se orienta a satisfacer las necesidades del presente sin perjudicar la satisfacción de las generaciones del futuro. Es aquí donde se sitúa el conocimiento ancestral, el cual se ha desarrollado por medio de las experiencias de las comunidades a lo largo de los siglos, adaptándose a las necesidades y culturas locales.
La asociación entre sostenibilidad y conocimiento ancestral tiene lugar porque las comunidades dependen de los recursos naturales para diversos propósitos cotidianos y se consideran a sí mismos como guardianes de la biodiversidad. De esta manera, los saberes ancestrales han ayudado a preservar, mantener e incluso incrementar la diversidad biológica. Un eje relevante en esta asociación de sostenibilidad y conocimiento ancestral es la relación del hombre con la naturaleza, donde cualquier acción que se realice en ella se verá reflejada en el ser humano.
Adicionalmente, el conocimiento empírico ancestral es heredado y al momento que lo ponen en práctica, se generan nuevos conocimientos, como un margen de error-corrección y ya con varias generaciones, el conocimiento se va puliendo. Porque en algunas partes todavía no hay acceso a estudios, entonces la gente se basa en la parte ancestral, en lo heredado y tiene sus propios recursos para generar conocimiento.
A pesar del enorme potencial que tiene el conocimiento ancestral en la transición hacia la sostenibilidad, muchas veces se deja en segundo plano. Pero la realidad es que no se puede hablar de preservar la biodiversidad sin mencionar la importancia de los conocimientos ancestrales. La valorización del saber ancestral es fundamental para la conservación y el uso sostenible de los ecosistemas.
El conocimiento sobre los ecosistemas que tienen diversas etnias, las cuales habitan en los territorios más biodiversos del planeta, no ha sido valorado y mucho menos incluido en los instrumentos técnicos o las políticas de gestión ambiental. Dado lo anterior, es necesario rescatar y valorar el conocimiento ancestral, fomentando la implementación de políticas de propiedad intelectual como una estrategia para el desarrollo sostenible de las comunidades locales.
Además, en medio de un mundo en constante cambio y con una creciente demanda de recursos naturales, la cultura indígena enfrenta amenazas significativas. La falta de garantías para la defensa de sus territorios, y las actividades como la minería, la explotación petrolera, los monocultivos y la pesca industrial vituperan su estructura social y cultural, y ponen en peligro la biodiversidad de sus entornos. Una solución a esta problemática es la colaboración del desarrollo científico y tecnológico con el conocimiento ancestral. Se puede destacar la estrategia de WWF, que consiste en la creación de equipos de monitoreo comunitario. Estos equipos adquieren habilidades en sistemas de información geográfica, uso de cámaras trampa y gestión de datos, etc. Esta iniciativa busca fortalecer la gobernanza y permitir que las comunidades mantengan su rol como guardianes de sus territorios.
Podemos ver que el conocimiento se erige como un pilar esencial para la sostenibilidad y para enfrentar la amenaza constante que viven los ecosistemas. Las comunidades indígenas nos dan una lección para vivir en armonía con la naturaleza y a conservar la biodiversidad. Reconocer y valorar estos saberes ancestrales es un paso crucial para la transición hacia un futuro más sostenible. Si quieres dar este primer paso, te invitamos a asistir al Foro de Conocimiento Ancestral e Innovación, ofrecido por la Cámara Verde de Comercio el 28 y 29 de agosto. Hay dos días con expositores sobre el conocimiento ancestral; será una experiencia enriquecedora.